Cinco factores que dan forma a la guerra Rusia-Ucrania en 2023
Gran parte de la Guerra de Ucrania está rodeada de incertidumbre.
Como escribió el general prusiano y teórico militar Carl von Clausewitz, “parte de la información obtenida en la guerra es contradictoria, una gran parte es falsa y, con mucho, la mayor parte es dudosa”.
Las predicciones sobre los resultados de esta guerra son casi imposibles.
Sin embargo, hay varias variables que probablemente tendrán un impacto significativo en el curso de la guerra en 2023.
1. La necesidad de municiones adicionales
La primera variable es la combinación de municiones y la capacidad de Occidente para aumentar la producción de defensa.
La guerra en Ucrania fue el primer desafío real para los modelos de defensa logística industrial y estratégica posteriores a la Guerra Fría.
Las separaciones de fuerzas y las fusiones de empresas de defensa después de la Guerra Fría dieron lugar a organizaciones militares más pequeñas que tenían menos equipos y municiones que en décadas anteriores.
Pero las tasas de consumo de municiones de precisión y municiones de artillería de Ucrania casi han agotado las existencias de Ucrania, Rusia y muchos de sus socios.
Para algunos, la solución es enseñar a los ucranianos a “luchar como estadounidenses” y usar menos municiones. Esta es una solución a corto plazo. Incluso con una orientación más precisa, Ucrania necesitará grandes cantidades de municiones en las próximas ofensivas para recuperar el territorio ocupado.
La única solución es ampliar la capacidad de producción de la industria de defensa occidental. Hasta ahora, solo Estados Unidos ha indicado que lo hará, y tomará al menos un año.
Hasta entonces, la norma será un uso más eficaz de las reservas de municiones existentes. Afortunadamente, los rusos enfrentan problemas similares.
2. Despliegue de tropas
La siguiente variable importante es la capacidad de Ucrania y Rusia para movilizar, entrenar y desplegar sus tropas.
Ucrania, como objetivo de la agresión rusa, movilizó sus fuerzas a principios de la guerra y continúa entrenando fuerzas regulares y territoriales para operaciones defensivas y ofensivas. Según se informa, al movilizar alrededor de 700.000 soldados, Ucrania tiene la ventaja en número y motivación para sus soldados. Pero proporcionarles equipos estandarizados sigue siendo un desafío.
Los rusos, después de sufrir pérdidas masivas en el norte de Ucrania y el Donbas, finalmente llevaron a cabo una “movilización parcial” desde septiembre del año pasado.
Aunque inicialmente caótico, los rusos parecen haber facilitado la movilización de personal para luchar en Ucrania.
La afluencia de decenas de miles de nuevas tropas rusas y la posible movilización de más en 2023 presenta un desafío para la estrategia ucraniana hacia 2023 y una variable clave en la guerra.
3. ¿Se levantará Occidente?
Una tercera variable es la voluntad de Occidente de proporcionar capacidades ofensivas terrestres y aéreas más sofisticadas a Ucrania.
Los países occidentales han adoptado un enfoque de un solo paso para proporcionar armas a Ucrania. Evitando la provisión de tanques, aviones de combate y misiles de ataque de largo alcance, Estados Unidos y Europa se han centrado en armas tácticas fáciles de usar.
Parte de la razón de esto es garantizar que se brinde capacitación y logística para garantizar que los sistemas proporcionados a Ucrania sean compatibles a largo plazo.
Pero también hay algunos en EE. UU. y Europa que ven el suministro de armas avanzadas, como tanques y misiles de largo alcance, como una escalada.
Esta es una teoría interesante. Cómo un país que ha sido invadido, sometido a ataques con misiles de largo alcance, la destrucción de sus ciudades y la violación, tortura y asesinato generalizados de sus ciudadanos puede escalar la guerra usando las mismas armas que su enemigo es uno de sus grandes misterios. . conflicto.
Se alcanzará un punto de inflexión en 2023 si Occidente se deshace de este miedo, lo que Eliot Cohen llama “realismo tonto”, y le da a Ucrania las capacidades ofensivas que necesita para recuperar todo su territorio.
4. La ‘neutralidad’ de China
Una variable interesante es la voluntad de China de permanecer “neutral” en esta guerra.
Hasta el momento, China no parece haber brindado apoyo material a Rusia en esta guerra. Hay muchas razones posibles para la moderación de China, incluido el comercio con EE. UU., pero esto ha beneficiado a Ucrania.
China aún importa cantidades récord de carbón, GNL y petróleo rusos, lo que genera importantes ingresos para el régimen de Vladimir Putin.
Sin embargo, si el cálculo chino cambia (aunque sea poco probable), y decide que ayudar a Rusia será más importante que su relación con Estados Unidos, podría ver un cambio significativo en la suerte de Rusia.
5. Liderazgo continuo
Una variable final es el liderazgo estratégico de los presidentes Zelenskyy, Putin y Biden, y su capacidad para mantener la voluntad de su pueblo.
La dirección de Putin lanzó esta guerra y el liderazgo de Zelenskyy unió a su país para luchar contra los depredadores de Rusia.
El liderazgo de Joe Biden ha sido fundamental para fortalecer la determinación occidental y coordinar un flujo constante de ayuda militar, económica, de inteligencia y humanitaria a Ucrania.
En 2023, es probable que Biden y Zelenskyy estén bajo una mayor presión, desde Europa y algunos en el Congreso de los EE. UU., para explorar soluciones pacíficas a la guerra.
Putin, por otro lado, está ganando tiempo, con la esperanza de que Occidente se canse gradualmente de la guerra para 2023, y está reduciendo su apoyo a Ucrania.
Este es un elemento crítico de la teoría de la victoria de Putin; por lo tanto, la capacidad de Biden y Zelenskyy para mantener unidos a Europa y Estados Unidos en su apoyo al esfuerzo de guerra de Ucrania será una variable clave el próximo año.
La fuerza de Ucrania
Nada es seguro en la guerra. Pero tal vez quede algo con lo que podamos contar.
A lo largo de esta guerra, el pueblo ucraniano ha demostrado compromiso, coraje y creatividad en las circunstancias más terribles.
A medida que comienza el nuevo año, deberíamos sentirnos alentados por el hecho de que Ucrania, a pesar de los continuos ataques con misiles rusos, entrará en 2023 con mucha confianza y una capacidad probada en batalla para derrotar a los invasores rusos.
Puede expulsar a Rusia de su territorio, pero lo hará más rápido y con menos pérdidas de vidas si Occidente se asegura de que se brinde el tipo y la calidad de apoyo adecuados para 2023.
Mick Ryan es estratega y recientemente retirado mayor general del ejército australiano. Sirvió en Timor Oriental, Irak y Afganistán, y como estratega en el Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos. Su primer libro, War Transformed, trata sobre la guerra del siglo XXI.